Un poco de historia
Desde tiempo muy antiguo la Iglesia invoca a María con el título de "Auxilio de los Cristianos". Pero la devoción se consolida de modo particular a partir de las victorias de Lepanto (1571) y Viena (1683). Fue el Papa Pío VII, quien a raíz de su liberación del cautiverio napoleónico, instituye la fiesta de María Auxiliadora el 24 de mayo de 1814.
Fue San Juan Bosco quien más trabajó por la propagación de la devoción a la Virgen bajo este título, durante un tiempo muy convulsionado para el mundo y la Iglesia. Es por eso que él solía llamar a María Auxiliadora "la Virgen de los tiempos difíciles".
Cuando alguien recurría a Don Bosco manifestándose sentirse necesitado de alguna gracia particular, él le sugería encomendarse a María Auxiliadora mediante una novena, rezando diariamente tres Padrenuestros, Avemarías y Glorias y tres Salves con las jaculatorias: "Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío" y "María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros", recibiendo además la Santa Comunión, "fuente de todas las gracias", y haciendo alguna obra de caridad, especialmente en favor de los muchachos más pobres y abandonados.
Esta novena ha llegado a ser hoy la novena por excelencia de Don Bosco en honor de María Auxiliadora .
Recomendaba además Don Bosco: "...cuando alguien se encomiende a María con una novena, tenga presentes estas tres cosas:
1. No poner ninguna esperanza en los hombres: sólo fe en Dios
2. La petición debe apoyarse totalmente en Jesús Sacramentado, fuente de gracia, de bondad y de bendición. Que se apoye también en el poder de María, a la que Dios ha querido glorificar por sobre todas las criaturas de la tierra
3. Siempre y en todo caso póngase la condición de que se cumpla la Voluntad de Dios para el bien del alma de aquel por quien se ruega".
NOVENA A MARIA AUXILIADORA
Modo de rezarla:
1) Hacemos la Señal de la Cruz
2) Rezamos el Acto de Contrición, pidiendo perdón por nuestros pecados
3) Rezamos la oración inicial para cada día
4) Hacemos la reflexión propia para cada día. Luego en silencio decimos la intención por la cual realizamos esta novena y rezamos tres Padrenuestros, tres Avemarías, tres Glorias y tres Salves con la jaculatoria "María Auxilio de los Cristianos, ruega por nosotros"
5) Rezamos la oración conclusiva para cada día
Oración inicial para cada día a María Auxiliadora compuesta por San Juan Bosco
¡Oh María Virgen poderosa!
Tú, la grande e ilustre defensora de la Iglesia;
Tú, Auxiliadora del pueblo cristiano;
Tú, terrible como un ejército en orden de batalla;
Tú, que sola destruyes los errores del mundo,
defiéndenos en nuestras angustias,
auxílianos en nuestras luchas,
socórrenos en nuestras necesidades,
y en la hora de la muerte,
recíbenos en el eterno gozo.
Amén
Día primero
Santísima Virgen María, que quisiste que se te invocara como Auxilio de los Cristianos, te suplico me permitas experimentar tu ayuda en todo tiempo y lugar; no permitas que la soledad y la angustia se apoderen de mi corazón: ¡acompáñame Madre mía!
Día segundo
Madre y Auxiliadora, dame fuerzas para vencer las tentaciones, asísteme en mis caídas, en mis dificultades que sienta siempre tu calor maternal, con la confianza de saber que no me abandonas
Día tercero
Oh, Virgen Auxiliadora de los Cristianos, concédeme imitar tu fe y tu entrega a la Voluntad de Dios, aceptando en mi vida sus misteriosos designios, y que con fe y humildad le sirva en esta tierra para poder gozar de su presencia en el cielo
Día cuarto
Virgen Santísima, tú que escuchaste las palabras de tu Hijo y las pusiste en práctica mejor que nadie, enséñame a estar siempre dispuesto a hacer el bien de mi prójimo
Día quinto
Amadísima Virgen, tú que ofreciste tus dolores de Madre junto a la Cruz de tu Hijo, concédeme tu fortaleza, para que también yo acepte y ofrezca mis sufrimientos y colabore en la salvación del mundo
Día sexto
Virgen Auxiliadora, tú que fuiste colmada de alegría en la Resurrección de tu Hijo, concédeme que perseverando en oración con la Iglesia, me disponga a recibir los dones del Espíritu Santo, para poder ser con su fuerza un testimonio de Fe, Esperanza y Amor entre los hombres
Día séptimo
María Auxiliadora, tú que me acompañas, me guardas, me defiendes, me animas y me sostienes, enséñame a buscar consuelo y fortaleza en la oración y en los sacarmentos que nos dejó tu Hijo Jesús
Día octavo
Madre y Auxilio de los Cristianos, ilumina a los gobernantes de este país y del mundo, para que sean justos en sus decisiones y procuren el bien común de los pueblos que les fueron confiados
Día noveno
Virgen María, tu Hijo estando en la Cruz, te dejó como Madre nuestra y tú quisiste ser llamada Auxiliadora nuestra. Te doy gracias por estar siempre junto a mí y escuchar mis súplicas en todas mis necesidades
Oración de la Misa de María Auxiliadora (oración conclusiva para cada día)
Oh Dios, que hiciste a la Virgen María
Madre y Auxilio de los Cristianos,
fortalece a tu Iglesia con su intercesión,
para que pueda soportar con paciencia
y vencer con amor las opresiones internas y externas,
y así manifestar abiertamente a los hombres
el Misterio de Cristo.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Oración para el hogar
Santísima Virgen María que fuiste constituida por Dios como Auxiliadora de los Cristianos, te elegimos como Señora y Madre de esta casa, y te pedimos que nos muestres tu poderoso auxilio, preservándonos de la peste, del fuego, del agua, del rayo, de los ciclones, de los terremotos, de los ladrones, de la guerra y de cuantas calamidades tú conoces.
Bendice, protege, defiende y guarda como cosa tuya a las personas que habitamos esta casa, presérvanos de todas las desgracias y accidentes y concédenos sobre todo la importantísima gracia de evitar el pecado.
¡Oh María Auxiliadora de los Cristianos, ruega por cuantos vivimos en este hogar, que te hemos consagrado para siempre!
Que así sea.
ORACION ESCRITA POR DON BOSCO A MARIA AUXILIADORA
Oración escrita por Don Bosco
¡Oh María! Virgen Poderosa:
Tú, la grande e ilustre defensora de la Iglesia;
Tú, Auxiliadora admirable de los cristianos,
¡oh Madre!, defiéndenos en nuestras angustias,
en nuestras luchas y en nuestras necesidades;
líbranos del enemigo
y en la hora de la muerte llévanos al Cielo.
Amén.
BENDICION DE MARIA AUXILIADORA
(con esta bendición, Don Bosco invocó y obtuvo
la protección de la Virgen en incontables ocasiones)
-Nuestro auxilio nos viene del Señor.
-Que hizo el cielo y la tierra.
(rezar un Ave María)
-Bajo tu amparo nos refugiamos,
Santa Madre de Dios,
no desatiendas las súplicas que te dirigimos
en nuestras necesidades;
antes bien, líbranos de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita.
-María Auxilio de los cristianos.
-Ruega por nosotros.
-Señor, escucha nuestra oración
-Y llegue a ti nuestro clamor.
-Oremos:
Dios todopoderoso y eterno,
con la ayuda del Espíritu Santo,
preparaste el cuerpo y el alma de María, la Virgen Madre,
para ser digna morada de tu Hijo;
al recordarla con alegría, líbranos por su intercesión
de los males presentes y de la muerte eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
-Amén.
-La bendición de Dios Topoderoso,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda cobre nosotros y permanezca para siempre.
-Amén.
ORACION LITURGICA
Señor, que hiciste a la Virgen María
Madre y auxilio de los cristianos,
fortalece a tu Iglesia con su intercesión,
para que pueda soportar con paciencia
y vencer con amor
las opresiones interiores y externas,
y así manifestar abiertamente a los hombres
el misterio de Cristo.
CONSAGRACION PERSONAL
Acudamos, confiados,
al trono de la excelsa Madre de Dios;
Ella nos alcanzará el auxilio oportuno
en nuestras necesidades. Aleluya.
¡Oh señora mía! ¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco todo a ti,
proclamándote mi sostén y auxilio
y en prueba de mi filial afecto
te consagro en este día
mis ojos, para que con ellos veas a tus pobres hijos;
mis oídos, para que con ellos escuches sus súplicas;
mi lengua, para que proclame tus maravillas;
mi corazón, para que se llene de tus sentimientos;
en una palabra todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo,
Madre de bondad y Auxilio de los cristianos,
guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya.
Y auxilia por mi intermedio
a cuantos invocan tu protección y amparo.
Amén.
Te alabamos, llena de gracia;
Tú eres nuestro auxilio, tú nuestra esperanza;
Por ti nos ha llegado la salvación.
ORACION POR LA IGLESIA
Auxilio de los cristianos,
Madre y Maestra de la Iglesia,
a quienes somos miembros del Pueblo de Dios
que peregrina en la tierra concédenos llegar a ser
sacramento universal de salvación y unidad
para todos los hombres.
Que quienes nos vean, no se detengan
en nuestras imperfecciones e incoherencias
sino que alcen sus ojos a Cristo, nuestro Dios.
Ya que el Padre quiere que todos los hombres
Se salven y lleguen al conocimiento de la verdad;
Concédenos ser portadores de esta buena noticia
Al mundo, para que se abra a la gracia salvadora.
Que la misma fe de los Apóstoles que,
Iluminados por el Espíritu Santo, la mañana de Pascua,
Descubrieron el misterio de la tumba vacía
Nos ilumine y encienda nuestra esperanza.
Líbranos de todo triunfalismo, pues Dios nos ha elegido
No por nuestros méritos sino por su gran misericordia.
Aparta de nosotros la soberbia. Ya que
no somos dueños, sino servidores inútiles de la Verdad.
Confórmanos a Cristo, manso y humilde de corazón,
Para que tengamos sus mismos sentimientos.
Que nuestros Pastores, lejos de apacentarse a si mismos,
Se consagren a la santificación de sus hermanos
Y los confirmen en la fe.
Que los religiosos, los consagrados y los laicos,
Sean sal levadura y luz del mundo presente. Amén.
ACCION DE GRACIAS A DIOS POR INTERMEDIO DE MARIA AUXILIADORA
Auxilio de los cristianos,
Refugio de los desamparados y afligidos,
Hija predilecta del Eterno Padre,
Esposa amorosa del Santo Espíritu,
Madre del Verbo Encarnado:
hoy venimos ante ti para agradecer
las innumerables gracias y beneficios
que Dios nos ha otorgado
por tu poderosa intercesión.
De la nada hemos sido llamados a la vida,
y nacimos en un hogar cristiano
donde aprendimos a pronunciar tu dulce nombre.
Hemos sido sostenidos en la existencia
hasta el día de hoy y conservamos la fe.
Nos hemos sentido amados por Dios
y perdonados una y mil veces.
Hemos experimentado tu protección y amparo.
Y no dudamos en llamarte Auxiliadora y Madre nuestra
¿con qué compararemos semejante gracia?
Todas nuestras palabras, todos nuestros actos,
son pocos ante la magnitud de la gracia divina;
se tú nuestra representante ante Dios,
nadie mejor que tú para entendernos
y presentar nuestra gratitud
al Autor de todo bien,
a quien sea el honor y la gloria,
por los siglos de los siglos. Amén.
ORACION POR LAS NECESIDADES DEL CAMPO
María Auxiliadora, Patrona del campo argentino,
escucha nuestra oración e intercede por nosotros.
Tú conoces los sinsabores de nuestro trabajo,
las penurias que debemos pasar desde que aramos
hasta que llega la hora de la cosecha.
Tú sabes que las condiciones climáticas
muchas veces son desfavorables y que no siempre
las leyes del mercado son justas con nosotros.
Tú comprendes que hay muchas circunstancias
que inquietan nuestros corazones y nos hacen olvidar
que quien alimenta a los pájaros del cielo
y viste las flores silvestres es nuestro Padre Dios
que siempre desea nuestro bienestar y dicha.
Enséñanos a confiar en ese Dios amoroso
que nos reveló tu Hijo,
Ese que hace salir el sol gratuitamente cada día
y envía la lluvia sobre los campos de justos y pecadores.
Ayúdanos a sentirnos siempre ante Él como niños pequeños
en brazos de Madre cariñosa.
Aparta de nosotros toda superstición y la falsa creencia
de pretender controlar a Dios y a la naturaleza
con oraciones o fórmulas mágicas.
Que recemos sabiendo que todo depende de Dios;
pero que, paralelamente, trabajemos con la constancia
y la honradez que corresponde a los hijos a quienes Dios
instituyó dueños y señores de todo lo creado,
y a quienes confió el cuidado de la obra de sus manos.
Finalmente, dulce Madre nuestra, ayúdanos
a descubrir en nuestros hermanos necesitados
a tus hijos predilectos y a convertirnos en colaboradores
tuyos a favor de quienes invocan tu auxilio. Amén.
ORACION PARA PEDIR VIDA INTERIOR
Auxilio nuestro, Virgen de Nazaret,
Maestra de silencio e interioridad,
Nuestra Señora de la Anunciación:
enséñanos el arte del recogimiento,
acrecienta nuestra interioridad.
Concédenos la disposición necesaria
para escuchar las inspiraciones divinas
y las palabras de los verdaderos maestros.
Danos constancia y paciencia
para preparar nuestro trabajo, nuestro estudio,
nuestra oración y contemplación.
Introdúcenos en la oración profunda y madura,
para que no nos quedemos en la superficialidad
de las formas y aprendamos a hacer silencio
para escuchar a Dios que habla al corazón.
Que aprendamos a ser como niños,
abandonados en los brazos misericordiosos
del Dios que nos da amor y que por amor,
tomó carne humana en tus purísimas entrañas.
Inspira nuestra oración de alabanza y gratitud,
danos sentimientos de real arrepentimiento
y enséñanos a pedir sólo lo que nos conviene
cuando nos convenga.
Tú, que al ser fecundada por la acción misteriosa
del Espíritu Santo, no te demoraste en un intimismo
estéril e individualista, sino que saliste de prisa
a visitar a tu prima Isabel y ponerte a su servicio:
haz que nuestra oración cristalice en caridad. Amén.
ORACION PARA PEDIR TRABAJO
Madre y Auxilio nuestro,
míranos aquí con los brazos cruzados
por falta de trabajo.
El trabajo humano es una participación
en la obra de Dios y quien trabaja dignamente
sirve a sus hermanos y contribuye de modo personal
a que se cumplan los designios de Dios en la historia.
Hoy, por algunas leyes injustas,
por la avaricia de unos pocos,
por la miopía de egoísta que no nos deja ver
en los demás a hermanos nuestros;
muchos no tienen lugar en el mundo del trabajo
y se sienten desplazados:
¡ayúdanos a no desesperar!
Ilumina a los dueños del capital,
para que creen nuevas fuentes de trabajo;
auxilia a los gobernantes, para que descubran
los medios para socorrer a los que menos tienen.
Procura que quienes trabajan sean honestos.
Abre nuestros ojos para que descubramos
que es más importante ser que tener
y que hay más alegría en dar que en recibir.
Y, cuando nuestros ojos se cierren para siempre,
concédenos poder presentarnos ante nuestro Padre,
con el corazón lleno de los rostros
de las personas a quienes hemos auxiliado
y el de los que nos ayudaron en nuestra aflicción.
Amén.
ORACION POR LOS ENFERMOS
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios
y Auxilio poderoso de los cristianos;
no deseches las oraciones que te dirigimos
por nuestro hermanos enfermos,
antes bien, líbralos de todo peligro,
Virgen gloriosa y bendita.
Acompáñalos en su soledad,
fortalécelos en su debilidad,
sostenlos en los momentos de desesperación.
Ayúdalos en su dolor,
aliéntalos en su tristeza,
confórtalos en sus penas.
Acrecienta su fe,
enciende su esperanza,
aviva su caridad.
Llénalos de paciencia,
concédeles optimismo,
dales constante alegría y buen humor,
Madre del Señor Jesús,
fuente de eterna salud y causa de nuestra alegría.
Y que podamos seguir diciendo
que jamás se ha oído decir
que ni uno sólo de cuantos han acudido
a tu protección e implorado tu auxilio
han sido desamparados en sus necesidades.
Amén.
OTRAS ORACIONES MARIANAS
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
BENDITA SEA TU PUREZA
Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea, en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma vida y corazón.
Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Amén.
BAJO TU AMPARO
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita. Amén.
ORACION DE SAN BERNARDO
Virgen bendita, que tu bondad haga conocer en adelante al mundo la gracia que tú has hallado junto a Dios: consigue con tus oraciones el perdón de los culpables, la salud de los enfermos, el consuelo de los afligidos, ayuda y libertad para los que están en peligro.
Amén.
RECOMENDACION DE SAN BERNARDO
En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en ella piensas. Si ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás si es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te ampara.
ANGELUS
V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Avemaría.
V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mi según tu palabra.
Avemaría.
V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Avemaría.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
CANCION DEL MAGNIFICAT
Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,
gózase mi espíritu en mi Salvador.
El es mi alegría, es mi plenitud,
El es todo para mí.
Ha mirado la bajeza de su sierva,
muy dichosa me dirán todos los pueblos
porque en mí ha hecho grandes maravillas
El que todo puede, cuyo Nombre es Santo.
Su clemencia se derrama por los siglos
sobre aquellos que le temen y le aman,
desplegó el gran poder de su derecha,
dispersó a los que piensan que son algo.
Derribó a los potentados de sus tronos,
elevó a los humildes y a los pobres,
los hambrientos se saciaron con sus bienes
y alejó de sí, vacíos a los ricos.
Acogió a Israel, su humilde siervo
acordándose de su misericordia,
como había prometido a nuestros padres,
a Abraham y descendencia para siempre.
Mi alma glorifica al Señor, mi Dios,
gózase mi espíritu en mi Salvador.
El es mi alegría, es mi plenitud,
El es todo para mí.
REGINA COELI
V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.
R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.
Oración
Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
R. Amén.
Oración a San Miguel Arcángel (del Papa León XIII)
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra las maldades e insidias del demonio. Sé nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que ambulan por el mundo para la perdición de las almas.
Oración del Exalumno de María Auxiliadora
Dios Padre, tu bondad infinita me confió a María Auxiliadora. Por eso, con inmensa gratitud y con la certeza de su ayuda maternal, quiero afrontar mi vida cotidiana con mentalidad evangélica, amando a todos tus hijos, mis hermanos.
Con la ayuda de María quiero cumplir tu voluntad, aún en las mayores dificultades y creer siempre en tu Providencia amorosa, viviendo cada día con esperanza y con fe.
Te pido, Padre, que el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, continúe expresando tu amor preventivo con una presencia significativa y atrayente. Que siga apostando a la educación de las jóvenes y los jóvenes más necesitados viviendo y trabajando en comunión, Religiosas, Laicos y Jóvenes.
Te suplico, Padre, que cada Hermana y cada Laico educador prolongue la esperanza siendo imagen de la Auxiliadora, y que Ella, con su eficaz auxilio, los acompañe a vivir, en la Iglesia local, su vocación laical como discípulos misioneros de tu Reino hasta el día en que juntos gocemos la Paz definitiva en tu Casa del Cielo.
Amén.
Quiero llegar
Quiero llegar hasta tus pies benditos
para implorar sobre mi vida entera
la bendición que ampare mi alegría,
¡Auxiliadora, Madre mía!
Por tí viví los años de inocencia,
porque aprendí de labios de mi madre
a invocar tu nombre cada día.
¡Auxiliadora, Madre mía!
Tuya será mi juventud inquieta,
frágil barquilla en borrascosos mares,
porque serás su brújula y su guía.
¡Auxiliadora, Madre mía!
Y hasta el postrer momento de mi vida
ruego que ayudes con materna mano
al pecador que sólo en tí confía.
¡Auxiliadora, Madre mía!
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